“Nos encontramos en el caminar y en los pasos andantes de los miles de caminos que este mundo nos propone. En el andar, cuestionamos infinitas realidades impunes tantas injusticias repetidas. En el andar, desanda recuerdos teje sueño y recorre, sin apuro, un eterno mapa de dignidades y reivindicaciones. El ser que viaja no reconoce las fronteras de la tierra. Tan solo anda, disipado entre cielo y montes, arenas y montañas, océanos, cementos y arroyos tan solo anda. Hay lugares que enlazan las historias de esperanzas. También desnudan en sus recorridos las miserias de este mundo.”(Fragmento del libro "Ser, en el andar")
A inicios de diciembre del año 2006 y durante el 2007 Luciano Temperini comenzó su recorrido por los caminos del país con el Teatro de la Huella y con su propuesta llevó la cultura popular argentina, la narración oral y la emoción en la palabra. Así nace este teatro con el objetivo de el arte pueda abrir ojos y corazones para ir movilizando, que no se reduzca a fines puramente estéticos sino que deje una huella.
Luciano recorrió casi 1000 kilómetros entre varios pueblitos de Santa Fe hasta cruzar a Córdoba. Una carreta diseñada por el mismo le serviría como un escenario rodante; un sulky, su perro Bandido, una amansadora, la yegua Malena y una potranca. El espectáculo que presentó se llamó “Historias Arriadas” y lo representó con tres monólogos:
· “Tiempo de Juan que se Va”. Es una historia de pueblo. Una vida de lucha como maestro rural y una materia pendiente entre un nieto y su abuelo.
. “El Remate”. Un criollo en deuda con el pulpero. Se enfrentan ante él el remate de sus pocas pilchas y su caballo con la delusión al ver a sus vecinos disputar sus cosas. Recostado en el palenque se niega a dejar su esperanza.
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