Una de las premisas de Máquinas Teatrales es trabajar con la poética desde la palabra y el cuerpo. Por lo tanto, esos cuerpos se convierten en poesía materializada en el espacio. La sala esta dividida en cinco zonas funcionando como ejes de una máquina: el gabinete, el perchero, el sillón, la alfombra y el mirador. El piso y las paredes están gastados, huella de su tránsito, hay puertas y ventanas que pueden ser abiertas y cerradas en el devenir de la clase.
Existen objetos diseminados por el espacio (teléfonos, sábanas, sogas, valijas, cabezas de muñecos, entre otros) que sirven como elementos de conexión e interacción entre los actores y las zonas.
Una de las etapas del Taller es la propuesta de un trabajo individual que se denomina el ejercicio del libro. Éste consiste en la presentación de dos o tres libros en una mesa en donde el actor puede disponer de ellos para la construcción de historias. Aquí también se tiene como premisa la improvisación pero ésta se va entrelazando con la lectura azarosa de cualquier página. Se trata de abrir los libros, extraer enunciados y articularlos con lo que se está diciendo, así se posibilita el paso a flujos, líneas de fuga, líneas de descodificación. Los actores pueden leer el libro como les parezca, seleccionar ciertos segmentos y tomar del mismo lo que les resulte inspirador y creativo.
Así, se propone un juego para estar abiertos a crear y producir con los múltiples sentidos, imágenes, múltiples espacios que fluyen entre la obra escrita, el autor y el actor. Se promueven rupturas, tejidos, redes, quiebres capaces de alterar la trama de jerarquías dominantes, la organización, el orden de lo cotidiano porque escapa a los códigos.
Por lo tanto, en este ejercicio se realiza una cartografía donde los libros se van conectando en una multiplicad de otros libros, de otros cuerpos, libros máquinas, libros esquizos. Aquí se entrena la palabra y su vez se rompen estructuras, se traza un mapa de intensidades que se mueven en su proceso de construcción de subjetividad.
El grupo decide con todo este material que registró y documentó editar y publicar “Retacería”, un libro de teatro y poesía, donde participan alrededor de 20 de los actores que han experimentado su paso por el Taller de la Máquinas Teatrales.
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